viernes, 18 de enero de 2013

Un Estado ideal según Lao Tsé

Un país pequeño y de población reducida
donde las provisiones son diez o cien veces
más de las necesarias,
donde la gente da valor a la vida y no viaja muy lejos.
Aunque haya embarcaciones y carruajes
no hay nadie que viaje en ellos;
aunque haya espadas y corazas
no hay necesidad de usarlas.
Siguen haciendo sus cuentas con una cuerda anudada,
disfrutan de su comida,
usan bellos vestidos,
hallan satisfacción en sus casas
y placer en sus costumbres.
Desde un pueblo se puede ver el otro.
Se puede escuchar el ladrido de los perros
y el canto de los gallos
en la otra aldea.
Y se puede uno pasar la vida entera
sin ir de la una a la otra.

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