sábado, 15 de diciembre de 2012

Exorcismo de los espíritus


Nosotros, creados a imagen y semejanza de Dios, dotados de la fuerza de Dios y creados por Su voluntad, te exorcizamos N (el nombre del espíritu) en nombre del poderosísimo, fortísimo y admirable Dios El y te ordenamos en nombre de Aquel que habló y cuya voluntad fue cumplida, y por todos los nombres de Dios, por los nombres Adonay, El, Elohim, Elohe, Zebaot, Elion, Escherie, Iah, Tetragrámaton, Saday, Altísimo Dios y Señor. Te ordenamos con todo el poder que te presentes ante nosotros inmediatamente ante este círculo, en una forma buena, lo cual quiere decir una forma humana y sin deformidad o defecto. Ven, entonces, porque te lo ordenamos en el nombre de Y y V que Adán escuchó y pronunció, y por el nombre del Dios AGLA que Jacob escuchó decir al ángel con el que luchó y por el que fue liberado de la mano de su hermano Esaú, y por el nombre de Anephexeton que Aarón escuchó y que pronunció y se convirtió en sabio, y por el nombre de Zebaot que Moisés pronunció y ante el cual todos los ríos y ciénagas de Egipto se convirtieron en sangre, por el nombre de Eserchie Oreston que Moisés pronunció y que hizo que todos los ríos arrojaran sus ranas que luego invadieron las casas de los egipcios, destruyendo todo, y por el nombre de Elion que Moisés pronunció y que provocó que cayera tal granizo como no se había visto nunca desde el principio del mundo, y por el nombre de Adonay que pronunció Moisés y que produjo la gran cantidad de langostas que aparecieron en Egipto y que devoraron todo aquello que el granizo no había destruido, y por los nombres de Iehemes, Amathia que Joshua pronunció para parar el sol, y por los nombres de Alfa y Omega que Daniel pronunció y por medio de los cuales destruyó a Bel y mató al Dragón, y por el nombre de Emmanuel, que los tres niños, Sidrach, Misach y Abdenago entonaron en el terrible horno y por el que fueron liberados, y por Agios y el trono de Adonay, y por Otheos Ischiros Athanatos Paracletus y por estos tres nombres secretos: Agla, On, Tetragrámaton, yo te conjuro y te llamo para que seas testigo, y por todos los nombres, y por todos los otros nombres de Nuestro Todopoderoso, verdadero y vivo Dios Nuestro Señor, tú que por tus pecados fuiste expulsado, y enviado al infierno, nosotros te exorcizamos y te ordenamos firmemente por Aquel que habló y todo fue creado, al que todas las criaturas obedecen. Y por los terribles juicios de Dios al que hay que temer. Y por Su mar que es un elemento en el que nadie puede confiar, transparente como el cristal, el cual está en la presencia de la divina majestad dispuesto a alzarse de acuerdo con el poder que Dios le otorgará. Y los cuatro animales T que se encuentran a los pies del trono de la divina majestad, que tienen ojos por delante y por detrás. Y por el fuego que rodea Su trono. Y por los Santos Ángeles de los lugares T. Y por la denominada Iglesia del Dios Poderosísimo.
    Nosotros te invocamos, con todo el poder de nuestra voluntad, para que te presentes ante nosotros frente a este círculo y que nos obedezcas en todo lo que deseemos, por el trono de Balbaquia y por el nombre Primeumaton que Moisés pronunció y que envió a Datan, Core y Abiron a las profundidades del abismo. Y en virtud del nombre de Primeumaton todo el ejército celestial obedece. Nosotros te maldecimos, y te privamos de todos los cargos y funciones y de todos los placeres que puedas tener.
    Nosotros te relegamos al fuego eterno y al foso de fuego y sulfuro, al más profundo abismo y hasta el último día del juicio, si no te presentas ante nosotros, en este lugar, frente al círculo para que cumplas en todo nuestra voluntad.
    Ven por estos nombres: Adonay, Zebaot, Adonay, Amioram. Ven, Adonay. Saday te lo ordena, él, el Rey de Reyes, el más poderoso, el más temible, de cuya fuerza y poder ninguna criatura puede escapar.
    Si persistes en tu extrema obstinación y no te presentas ante nosotros en el terreno frente al Círculo, de forma amistosa y amable, serás incapaz de soportar la espantosa y lamentable devastación y el fuego que nunca será extinguido.
    Ven, ahora, en nombre de Adonay, Zebaot, Adonay, Mioram. Ven, ven por Adonay, Saday, el Rey de Reyes, Et Aty, Tilep, Azia, Hyn, Jen, Minosel, Achadan, Vay, Vaa, Eye, Haa, Eye, Exe a, El, El, El, a Hy, Hau, Hau, Hau, Va, Va, Va, Va.


                                                                      según el Grimorio del Papa Honorio III

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