domingo, 4 de agosto de 2013

ARJÉ: El Ser



Un sólo decir aún como vía
queda: que es. Por esta vía hay signos distintivos
muchos: que lo ente ingénito e imperecedero es;
porque es único, imperturbable y sin fin.
No era alguna vez, ni será, pues ahora es, todo a la vez.
uno solo, compacto. Pues ¿qué nacimiento le buscarás,
cómo, de dónde ha crecido? No te dejo "de lo no ente"
decir ni inteligir, pues ni decible ni inteligible
es que no es. ¿Y qué necesidad lo habría impelido
después, o entes, si empezó de la nada, a llegar a ser?

Y así o el todo ser es necesario o no [ser].
Ni jamás de lo no ente permitirá la fuerza de la persuasión
que llegue a ser algo junto a él. Por lo cual ni llegar a ser
ni dejar de ser permitió Dike, soltando cadenas
sino que las retiene. La decisión sobre esto consiste en lo siguiente:
es o no es. Pero ya está decidido, como [es] necesidad,
que una [de las vías] es impensable, sin nombre (porque no es verdadero
camino), en cambio, la otra es y es genuina.
¿Cómo podrían después dejar de ser los entes? ¿Cómo llegaría a ser?
Si llegó a ser, no es, ni tampoco si va a ser alguna vez.
Y así se extingue la génesis e ignota [es] la ruina.
Ni tampoco es divisible, porque es entero igual.
Ni es algo más por aquí, que le impediría ser compacto,
ni menos, pues está enteramente pleno de lo ente.
Y así es entero compacto. Pues lo ente confina con lo ente.
Pero inmóvil en los límites de ingentes vínculos
es, sin principio, sin cesación, pues génesis y ruina
muy lejos fueron apartados; expulsólos la firmeza verdadera.
El mismo en lo mismo permaneciendo en sí mismo yace,
y así firmemente ahí mismo queda. Pues la poderosa Ananke
Lo retiene en vínculos del límite, que lo cierra en torno:
por lo cual, es divina disposición que lo ente no es inconsumado,
porque no es indigente; en cambio, si fuera lo no ente, de todo carecería.
Lo mismo es el inteligir y aquello  por lo cual el inteligir es.
Pues no sin lo ente, del que depende, una vez expresado,
encontrarás el inteligir. Pues nada es ni será
fuera de los entes; puesto que Moira lo ató
a ser entero e inmóvil. Y así todo será nombre
cuando los mortales establecieron, confiando ser verdadero:
llegar a ser y dejar de ser, ser y no [ser],
y cambiar de lugar y variar el color esplendente.
Pero por ser límite extremo, es perfecto
de todas partes, semejante a la masa de bien redonda esfera,
equilibrado del centro a todas partes. Pues nada mayor
ni nada menor puede ser por aquí y por allí,
pues ni lo no ente es, que pudiera impedirle alcanzar
la igualdad, ni lo ente, para que fuese de ente
más aquí y menos allí, pues todo entero es incólume.
Y siendo por todas parte a sí mismo igual, comparece igualmente en sus límites.
Con esto termino para ti el logos fiable y el pensar
en torno a la verdad; desde aquí los pareceres mortales
aprende, escuchando el orden engañoso de mis palabras. 

Parménides; Poema del Ser (Fragmento).

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