miércoles, 16 de octubre de 2013

De la invasión de los politeístas en la España musulmana


En el año 230 (18 de Septiembre 844-6 de Septiembre 845) los madjus (los paganos) que ocupaban la parte más lejana de España invadieron el país de los musulmanes, apareciendo por primera vez en Lisboa, en Dhu-l-hiddja del año 229 (20 de Agosto-17 de Septiembre 844), permaneciendo en ella trece días, durante los cuales libraron muchos combates con los sarracenos. Luego fueron a Cádiz y de allí a la provincia de Sidona, donde se dio también una gran batalla, estableciéndose el 8 de Moharrâm (5 de Septiembre) a doce parasangas de Sevilla. Los mahometanos salieron entonces a su encuentro y el 12 del mismo mes fueron derrotados, sufriendo grandes pérdidas. Los majdus acamparon a dos millas de Sevilla. Los habitantes de esta ciudad salieron contra ellos y los combatieron; pero el 14 (1.º de Octubre) quedaron derrotados, pereciendo un gran número y cayendo muchos en manos de los madjus que no perdonaron ni a las acémilas. Entrados por fin en la ciudad, los vencedores permanecieron en ella un día y una noche y se volvieron a sus barcos; pero, cuando vieron llegar el ejército de Abderraman II, se apresuraron a salirle al encuentro. Los musulmanes resistieron la acometida y trabado el combate, murieron setenta politeístas, huyendo los demás y volviendo a embarcarse, sin que aquellos se atrevieran a perseguirlos.
    Abderraman envió después otro ejército contra ellos, empeñándose una batalla muy reñida en que los sectarios de Odín se batieron en retirada. El 2 rebí 1.º (17 de Noviembre) el ejército musulmán se puso en persecución de ellos y con los refuerzos que de todas partes les llegaban, los atacó de nuevo, estrechándolos por todas partes. Los normandos huyeron entonces perdiendo unos quinientos hombres, y cuatro buques que fueron quemados, después de sacarse de ellos cuanto contenían. Los madjus fueron luego a Niebla, donde se apoderaron de una galera, y estableciéndose en una isla cerca de Coria, se repartieron el botín. Los musulmanes remontaron el río para atacarles y les mataron dos hombres. Los normandos entonces, poniéndose nuevamente en marcha, invadieron la provincia de Sidona, apoderándose de muchos víveres y cogiendo muchos prisioneros; pero, a los dos días de su vuelta, los barcos de Abderraman arribaron a Sevilla, y a su aproximación huyeron a Niebla, cuyo país saquearon, cogiendo prisioneros. Hecho esto, se dirigieron a Ocsonoba y de allí a Béjar, retirándose a Lisboa y abandonando las costas de España, con lo que no se volvió a oír hablar más de ellos y el país se tranquilizó.


                              Pasaje de Nowâirî; traducción de Reinhart P. A. Dozy

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