viernes, 22 de marzo de 2013
Tomado del Diccionario Filosófico
"Sucedió en Polonia, en Hungría,
en Silesia, en Moravia, en Austria,
en Lorena; allí los muertos eran
así apreciados.
No se oía hablar en absoluto
de vampiros ni en Londres,
ni tan siquiera en Paris. Confieso
que en ambas ciudades existían
restauradores, hombres de negocio
que chupan, a plena luz del día,
la sangre de la gente, pero, aunque
corruptos, no están en absoluto
muertos. Estos auténticos
chupadores no habitan
en cementerios sino en
agradabilísimos palacios...
"Los reyes de Persia fueron, se dice,
los primeros que mandaron que
se les sirviera comida a los vampiros
después de muertos. Casi todos
los reyes de hoy en día los imitan,
aunque son los monjes quienes
toman sus comidas y sus cenas,
y beben su vino. Así, los reyes no
son los vampiros. Los auténticos
vampiros son los monjes que
comen a costa del rey y del pueblo."
Voltaire
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