Si bien Kocker sugirió que no deberíamos prestar demasiada atención a una cuestión que Tolkien optó por no tener en cuenta, la consideración de si este mundo era redondo o plano es ineludible para el cartógrafo que intenta trazar el mapa de un mundo. Hay una referencia que indica con claridad que, en un principio, Arda era un mundo plano. Con ocasión de la caída de Númenor, Valinor fue extraído de Arda; entonces <<el mundo era en verdad redondo>>, aunque aquellos a quienes así se les permitía podían todavía encontrar el <<Camino Recto>> que llevaba a Valinor. Con anterioridad a esta transformación, la denominación <<Círculos del Mundo>> no hacía referencia a la forma planetaria esférica, sino a los límites exteriores físicos o <<confines>>. Todos los mapas y diagramas incluidos en The Shaping of Middle-earth, <<El Ambarkanta>>, confirman esta interpretación.
Tolkien imaginaba su mundo a la manera como lo hacían nuestros cartógrafos medievales, que mostraban la tierra como un disco, con océanos alrededor de la circunferencia. La parte superior estaba orientada hacia el <<Paraíso>> en el este. Sin darle mayor importancia, Tolkien asegura que en la Tierra Media las agujas de las brújulas comenzaron encaradas hacia el oeste... aparentemente en dirección a Valinor, su Paraíso. Pese a este comentario de Tolkien, todos sus mapas están, sin embargo, pensados más bien para sus lectores que para los habitantes de la Tierra Media. En ellos se señala el norte arriba, al igual que en este Atlas.
Desde el borde del disco, no obstante, el lector ve la <<Vista>> (aire interior) que forma una bóveda sobre la superficie terrestre, y la sólida <<Ambar>> (tierra) debajo; con <<Vaiya>> (los <<mares>> circundantes, aunque es evidente que aquí no tienen el significado habitual de mares), que separa todo ese conjunto de <<Kúma>> (el Vacío). Esto no contradice la afirmación <<era un globo en el vacío>>, puesto que los diagramas demuestran con claridad que la Tierra Media podía ser a la vez plana y esférica. De modo que sin temor a incurrir en error podemos considerar que la Tierra Media era plana... cuando menos hasta la Caída de Númenor...
Una vez hubo cambiado la constitución del mundo y Arda hubo adoptado una forma redonda, surgieron dificultades cartográficas. En los mapas de la Tierra Media incluidos en El Señor de los Anillos había a la vez una flecha indicando el norte y una línea de escala. De ello se desprende que se consideraban exactas tanto la distancia como la dirección, algo imposible cuando se dibuja el mapa de un mundo redondo. A lo largo de los siglos, uno de los mayores problemas que ha debido afrontar la cartografía ha sido plasmar un mundo redondo en una hoja plana de papel. Es imposible que todas las distancias sean correctas en todos los casos. Si la dirección es precisa, las formas y las áreas quedan tergiversadas. En los mapas de pequeñas áreas se pueden omitir las variaciones por su escasa incidencia, pero no en los realizados a escala mundial. La precisión de cualquiera de estas propiedades deriva ineludiblemente en la inexactitud de las demás. ¡Cuántos de nosotros creímos en un tiempo que Groenlandia era mayor que Sudamérica debido a los mapas colgados en las paredes de la escuela!
De modo que volvemos al principio: el mundo de Tolkien, al menos después del Cambio, era redondo; y sin embargo, según parece, quedó reflejado en los mapas como plano. La única solución razonable es acomodarse a su manera de trazar los mapas... tratando su mundo redondo como si fuera plano. Entonces la Tierra Media tendrá para nosotros la apariencia que tuvo para Tolkien. En fin de cuentas, ¡qué pocos somos los que nos damos cuenta de que vivimos sobre una superficie redondeada, por más que sepamos que lo es!
Karen Wynn Fonstad; Atlas de la Tierra Media
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