"Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los
hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos
derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se
instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes
legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que
una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el
pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo
gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus
poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su
seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los
gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves
y transitorios; y, de acuerdo con esto, toda la experiencia ha
demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los
males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de
las formas a las que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de
abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo,
evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el
derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer
nuevas salvaguardas para su futura seguridad."
Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, John Adams.
La Declaración unánime de los trece Estados Unidos de América;
Preámbulo.
Filadelfia, 4 de julio de 1776.
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