La mayoría de las brujas sigue la Rueda del Año, que sigue las estaciones por el ciclo del nacimiento (primavera), el crecimiento (verano), la muerte (de finales de otoño hasta invierno), y la resurrección (de finales de invierno hasta la primavera). Para los que están en el hemisferio norte, octubre es una época agridulce. A principios de mes podemos recoger la última cosecha, comer las manzanas más jugosas, rastrillar montones de hojas de mil colores y anticiparnos al aire fresco después de un verano demasiado caluroso. Pero a finales de octubre las noches se vuelven más frías. En algunos lugares, incluso se pueden ver los primeros copos de nieve. Dejamos atrás los días más cálidos y, a nuestro alrededor, el mundo natural se vuelve inactivo y se muere.
Esto puede resultar deprimente, pero no debería ser así. Existe una razón por la cual Samhain, la tercera fiesta de la cosecha, también se conoce como el Año Nuevo de las Brujas. El 31 de octubre celebramos el final del año y el principio del año entrante. La Rueda del Año vuelve a girar, y nosotros lo debemos hacer con ella. Nos despedimos de las cosas que han crecido y han florecido para nosotros en la temporada pasada y lloramos por lo que hemos perdido o no ha florecido. Miramos hacia delante y vemos las infinitas posibilidades de un nuevo año en el que tenemos una nueva oportunidad.
Sin embargo, el mes de octubre no es el momento de empezar. Es cuando nos damos permiso para deshacernos de lo viejo y creamos espacio para pensar en qué queremos trabajar cuando vuelva a llegar el momento de la resurrección. Usa este tiempo, y especialmente el Sabbat de Samhain, para adoptar el papel que desempeña la muerte en el ciclo de la vida. Porque sin la muerte, no habría resurrección ni nuevos comienzos, por tanto, todas las partes del ciclo son una bendición, a su manera, sólo si aprendemos a aceptarlas.
El tiempo de cosecha ha venido y se ha ido.
El frío está llegando,
el invierno manda a partir de ahora.
El ciclo va frenando.
Me deleitaré en la oscuridad,
el lugar de calma y tranquilidad.
Evocaré a su mensaje,
sé que tiene su lugar.
El Sol pronto volverá
y traerá luz y flores.
Hasta entonces, habrá oscuridad
y yo abrazaré a las horas.
Calendario de las Brujas de Llewellyn
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