miércoles, 9 de octubre de 2013

Cronología probable de los juegos de cartas


1120- Hacia esta fecha ubica Tilley la invención de las cartas, confeccionadas por encargo de Huei-Song, emperador de la China, para distraer los ocios de sus numerosas mujeres. El americano Stewart Culin apoya también esta tesis. Ambos deben referirse al <<texto desgraciadamente tardío y sin autoridad>> que menciona Caillois en su descripción del juego denominado Mil veces diez mil. A pesar de su nombre, el juego -debido al ingenio de un oficial de la corte- no contaba con más de treinta tabletas de marfil, divididas en tres series de nueve naipes cada una, y tres triunfos fuera de serie (uno de ellos titulaba el mazo, y los dos restantes eran llamados La Flor Blanca y la Flor Roja). Algunas de estas cartas estaban relacionadas con el Cielo, otras con la Tierra, ciertas con el hombre, y el mayor número de ellas con nociones abstractas como la suerte o los deberes del ciudadano. Marcadas con diversas señales combinables entre las series, el total de estas marcas equivalía al número de las estrellas. <<El juego era entonces un microcosmos -acierta Caillois-, un alfabeto de emblemas capaz de cubrir el universo.>>
1227- Viajeros franceses informan que los niños italianos eran <<instruidos en el conocimiento de las virtudes, con unas láminas que ellos denominaban carticellas>>.
1240- El Sínodo de Worcester prohíbe a los clérigos <<el deshonesto juego del Rey y de la Reina>>, frase que puede referirse a las cartas, al ajedrez, o a alguna otra moda frívola acaso menos inocente. Por aquella época Raimón Llull (1235-1315) habría conocido los veintidós arcanos, según afirma Oswald Wirth.
1299- El Trattato del governo della familia di Pipozzo di Sandro, manuscrito sienés fechado en este año, menciona la existencia de los <<naibis>>. Parece ser la más antigua referencia a las cartas en manuscritos occidentales.
1332- Alfonso XI de Castilla, El Justiciero, recomienda a sus caballeros se abstengan de los juegos de cartas.
1310/1317- Varias referencias a los naipes, en Alemania, propagadas por la soldadesca que acompañara a Enrique VII de Luxemburgo -efímero emperador germánico- durante sus campañas italianas. En 1329, el Obispo de Würzburg firma un interdicto condenando estos entretenimientos. El <<juego de las páginas y figuras>>, es reprobado en los estatutos de varios monasterios italianos. El Abad de Saint Germain no menciona, sin embargo, las cartas, en las Instrucciones a los clérigos, de 1363, ni se las incluye en la prohibición de practicar <<toda clase de juegos de dados o de mesa, como el ajedrez y las damas>>, en el decreto firmado en 1369 por Carlos V de Francia.
1377- El padre Johannes, un sacerdote alemán de cuya identidad sólo se conserva la firma, estampada a la cabecera de un vasto informe redactado en latín (colección del British Museum), asegura que <<un cierto juego, llamado de los naipes, ha aparecido entre nosotros este año. Este juego describe a la perfección el estado actual del mundo. Pero ¿cuándo, por quién y en qué lugar ha sido ingeniado este juego? Esto es algo que ignoro totalmente...>> Más adelante cita seis tipos diferentes de baraja, entre los que hay una compuesta por 78 láminas. Acaso es el Tarot, aunque faltan todavía algunos años para la aparición de la copia más antigua que ha llegado hasta nosotros.
1379- Una crónica de Viterbo hace mención a <<il gioco delle carte che in saracino parlare si chiama nayb>>. Nayb, de donde derivarán <<naibis>> y naipes, es el singular del indostano nabad (virreyes, lugartenientes, gobernadores): esta etimología es una de las pruebas que corrobora, para la mayoría de los especialistas, el origen oriental de las cartas, introducidas seguramente en Europa por los comerciantes italianos. En el mismo año, los duques Jeanne y Wenceslas adquieren un juego de cartas a la firma Ange van der Noot, de Bruselas, según consta en una factura hallada en 1870 por Alexandre Pinchart, en los archivos del ducado de Brabante.
1381- Una minuta del notario Laurent Aycardi, fechada en Marsella el 30 de agosto de este año, da cuenta de la existencia de un juego de naipes entre los bienes de la herencia dejada por uno de sus clientes. La referencia en el inventario, al lado de muebles, joyas y otros bienes, puede dar idea del alto valor que tenían por entonces estas colecciones iluminadas, hechas a mano y en tirada singular.
1392- <<A Jacquemin Gringonneur, pintor, por tres juegos de cartas dorados y en diversos colores y divisas, hechos para el esparcimiento de nuestro infortunado rey Carlos VI>> consta, de puño y letra del tesorero, en el Registro de las Cuentas Reales de Carlos VI de Francia. De allí parte la hipótesis -falsa, pero muy popular en Francia, y repetida por casi todos los historiadores hasta el siglo pasado- de que las cartas se inventaron para distraer la locura del rey, quien por entonces pasaba una de las más graves crisis de su enfermedad, no reconocía a sus familiares, y se encerraba a disputar interminables partidas con su favorita Odette de Champdivers (Juan Bautista Weiss, Historia Universal; vol. VII, págs. 581 y ss.) Lo que sí cabe señalar de estos naipes, es que son los más antiguos tarots que se conservan, y el artesano Gringonneur debe a ellos su perdurabilidad. Es evidente que no son originales, sino copia o refundido de otros juegos más antiguos, pero ofrecen por primera vez la totalidad de las 78 láminas, incluyendo los 22 arcanos fuera de serie y color, que debieron desconcertar los entusiasmos lúdicos del desdichado Carlos VI.
1393- El moralista y educador italiano G. B. Morelli recomienda las láminas de los naibis como <<instructivas y provechosas>> para la educación de los niños. Parece lógico concluir que eran aún piezas singulares, aplicadas más a la representación de repertorios enciclopédicos que al juego. La difusión del grabado en madera, la creación de las corporaciones italianas de <<pintores de cartas>>, y la liberalidad de la corte francesa de Carlos VI popularizarán esta última función en las primeras décadas del siglo siguiente.
1398- Primeras referencias de la llegada de los gitanos al cuadrilátero de Bohemia; se extenderían por Suiza e Italia en veinte años más, para llegar a España circa 1427. Gérard van Rijneberk ha demostrado que no fueron los introductores de las cartas en Europa, ni los inventores del Tarot, como se creyó durante mucho tiempo. No es seguro, en cambio, que no hayan sido los primeros en descubrir sus posibilidades cartománticas.
1415 ó 1430- En una de estas dos fechas Filippo María Visconti, duque de Milán, paga 1.500 piezas de oro por un solo juego de naipes <<iluminados a mano>>. Es el más antiguo Tarot italiano que ha llegado hasta nosotros.
1419- Muerte de Francesco Fibbia, admitido como inventor de las cartas de juego. Los reformadores de la ciudad de Bologna le reconocieron, como creador del tarocchino, el derecho a estampar su escudo de armas sobre la reina de bastos, y el de su mujer, una Bentivoglio, sobre la reina de oros.
1423- San Bernardino de Siena lanza, en Bologna, un furibundo ataque contra los juegos de naipes y de dados. Por esta fecha, poco más o menos, ha culminado la actividad de <<les imagiers du moyen age>> quienes, al decir de Wirth, son los creadores formales del Tarot. Veinte años después, los pintores italianos se quejan de la difusión extraordinaria de estos toscos grabados, que acabará por extinguir el floreciente negocio de las barajas iluminadas.
1545- Un tratado anónimo -citado por Caillois- propone esta explicación para el simbolismo de las series: <<Las espadas recuerdan la muerte de aquellos que se desesperan con el juego; los bastones indican el castigo que merecen los que trampean; los oros muestran el alimento del juego; las copas, en fin, el brebaje por el que se apaciguan las disputas de los jugadores.>>
1546- Guillaume Postel (1510-1581; realizó dos extensos viajes por Oriente que, en opinión de Wirth, <<le aportaron una suerte de ciencia universal>>) publica Clavis absonditorum, en donde establece la relación entre TARO, ROTA o ATOR con las cuatro letras de Tetragrammaton, o Nombre de Dios. Es acaso la más antigua referencia al simbolismo elíptico del Tarot, y sin duda el primer intento de una explicación esotérica de su nombre.
1590/1600- Aboul Fazl Allami describe un juego de 144 cartas, en doce series de doce. Abkar lo reduce a 96 cartas; es decir, a 8 series. El italiano Garzoni escribe una minuciosa descripción del Tarot, que responde enteramente a la de nuestro actual Tarot de Marsella. Caillois interpreta que por entonces se había llegado a la madurez de <<un lenguaje jeroglífico universal>>, con símbolos paganos y cristianos, eruditos o populares, donde <<lo esencial era obtener una totalidad que contuviera al universo>>.
1622- Pierre de l'Ancre publica L'incredulité et mescréance du sortilège plainement convaincue..., en donde hace esta pueril referencia a la cartomancia: <<es una forma de adivinación de ciertas personas que toman las imágenes y las ponen en presencia de determinados demonios o espíritus que ellos han convocado, a fin de que estas imágenes les instruyan sobre las cosas que ellos desean saber>>. Las carticellas educativas se habían metamorfoseado en naipes de juego, y éstos devenían el más flamante y popular de los métodos adivinatorios.


                                          Alberto Cousté; El Tarot, o La Máquina de imaginar

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